El propósito de empezar a hacer ejercicio: construir un estilo de vida saludable
La idea de empezar a hacer ejercicio puede parecer abrumadora al principio. Puede que te falte tiempo, motivación o incluso confianza para dar el primer paso. Muchas veces escucho en consulta la frase: “me da vergüenza ir al gimnasio”. Pero te aseguro que, una vez que encuentras el equilibrio entre movimiento, buena alimentación y descanso, todo cobra sentido. El ejercicio deja de ser una obligación y se convierte en un pilar fundamental de tu bienestar.
Mi experiencia personal
Cuando comencé a incorporar el ejercicio en mi rutina, no tenía muy claro por dónde empezar. Recuerdo que me ponía videos de ejercicios para hacer en casa y los combinaba con otros de baile. Me sentía muy bien cuando lo realizaba y, con el tiempo, fui pensando en apuntarme a un gimnasio. No fue fácil, recuerdo que me daba mucha vergüenza, no sabía utilizar las máquinas. Comencé a ver videos en YouTube de entrenamientos en gimnasio, videos de culturistas de Estados Unidos y, junto con una persona que trabajaba en el gimnasio, fui aprendiendo.
Este proceso me permitió no solo descubrir que me encantaba hacer ejercicio, sino también entender lo importante que es moverse a diario para nuestra salud física y mental.
Beneficios del ejercicio para tu salud y bienestar
El ejercicio no solo mejora nuestra apariencia física. Su impacto va mucho más allá:
Salud cardiovascular y equilibrio hormonal
- Mantiene el corazón fuerte y reduce el riesgo de enfermedades.
- Ayuda a equilibrar hormonas como la insulina y el cortisol, mejorando el estado de ánimo y el metabolismo.
Fortalecimiento muscular y mejor descanso
- Previene lesiones y enfermedades como la osteoporosis.
- Favorece un sueño reparador, clave para el bienestar general.
Reducción del estrés y mejora del estado de ánimo
- Libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad.
El NEAT: tu aliado invisible en el movimiento diario
¿Qué es el NEAT y por qué es importante?
El NEAT (Non-Exercise Activity Thermogenesis) engloba todas aquellas actividades físicas que no son ejercicio estructurado. Esto incluye desde caminar al trabajo hasta bailar mientras cocinas.
Cómo aumentar tu NEAT sin ir al gimnasio
- Camina siempre que puedas en lugar de usar transporte.
- Toma las escaleras en vez del ascensor.
- Haz “snacks de movimiento”: pausas activas como estiramientos o paseos cortos.
Alimentación para mejorar tu rendimiento
Proteínas, carbohidratos y grasas saludables
- Prioriza alimentos ricos en proteínas magras como pollo, pescado, huevos o legumbres.
- Opta por carbohidratos complejos como avena, arroz integral o boniato.
- Incluye grasas saludables como aguacate, frutos secos y aceite de oliva.
Hidratarse para mejorar el rendimiento
- Una buena hidratación evita la fatiga y mejora el rendimiento.
Qué comer antes y después de entrenar
- Antes: algo ligero como un plátano con mantequilla de almendra.
- Después: una combinación de proteínas y carbohidratos.
Suplementación básica para potenciar resultados
Magnesio, Omega-3 y Vitamina D
- Magnesio: ayuda en la recuperación muscular y reduce el estrés.
- Omega-3: potente antiinflamatorio esencial para el cerebro y el corazón.
- Vitamina D: clave para la salud ósea e inmunitaria.
Suplementos opcionales para entrenamientos intensos
- Proteína en polvo, creatina o aminoácidos esenciales.
Construyendo un estilo de vida sostenible
El ejercicio, la alimentación y el descanso no son compartimentos aislados. Trabajan juntos para mejorar tu salud. No necesitas hacerlo perfecto, solo necesitas hacerlo.
¡Si te sientes perdido y no sabes por dónde empezar, ponte en contacto conmigo y comencemos juntos!