La clave para mejorar tu bienestar desde el intestino
¿Cómo influyen los alimentos en nuestras emociones?
Hoy en día, sabemos que lo que comemos no solo afecta nuestra salud física, sino también nuestro bienestar emocional. Aquí es donde la microbiota intestinal y el eje bidireccional intestino-cerebro juegan un papel clave, demostrando que nuestras emociones y estado de ánimo están profundamente ligados a la nutrición y a las elecciones diarias que hacemos al alimentarnos.
La microbiota: tu “segundo cerebro”
Estoy segura de que ya habrás escuchado hablar del “segundo cerebro”, pero si no es así, te cuento un poco. La microbiota intestinal, formada por miles de millones de bacterias que habitan en el intestino, influye en procesos como la digestión, el sistema inmunológico y, sorprendentemente, nuestro estado emocional. Este “segundo cerebro” envía señales al cerebro a través de nervios y hormonas. ¡Estamos conectados!
Beneficios emocionales de una microbiota equilibrada
¿Por qué esto es importante para el estado emocional? Porque una microbiota equilibrada puede ayudarte a mantener un estado de ánimo positivo, mientras que un desequilibrio puede contribuir a problemas como la ansiedad o la depresión. Por eso, incluir alimentos que nutran nuestra microbiota es esencial dentro de la nutrición integrativa.
El eje intestino-cerebro: la comunicación de doble vía
Este eje funciona como un puente o carretera entre nuestro sistema digestivo y el cerebro. Gracias a esta comunicación, ciertos alimentos pueden desencadenar emociones o ayudar a regularlas, lo cual explica por qué nuestras emociones también pueden influir en nuestras elecciones alimenticias.
“El azúcar en la sangre: diabetes. El azúcar en los huesos: osteoporosis. El azúcar en el cerebro: Alzheimer”. Esto que escuché puede ayudarte a entender cómo el consumo elevado de azúcar impacta directamente en la salud, no solo física, sino también mental.
Alimentos que favorecen el bienestar emocional
Apostar por ciertos alimentos puede marcar una gran diferencia en tu bienestar emocional y, de paso, potenciar tu alto rendimiento en el día a día. Aquí tienes algunos que son clave:
Probióticos
- Ejemplos: kéfir, chucrut, kombucha o kimchi.
- Beneficio: ayudan a equilibrar la microbiota y favorecen una mejor comunicación con el cerebro. Los probióticos están presentes en algunos alimentos de forma natural como el natto, los pepinillos, el yogur, el kéfir, el queso, el miso y el tempeh.
Alimentos ricos en triptófano
- Ejemplos: pavo, huevos, frutos secos, cacao.
- Beneficio: este aminoácido es un precursor de la serotonina, un neurotransmisor relacionado con la felicidad.
Omega-3
- Ejemplos: sardinas, chía, nueces.
- Beneficios: las grasas saludables contribuyen a la salud cerebral y reducen la inflamación, mejorando la función cognitiva y el estado emocional.
Frutas y verduras frescas
- Ejemplos: frutos rojos, papaya, piña, rúcula, espinacas, zanahoria, calabaza, boniato, brócoli.
- Beneficios: Ricas en antioxidantes y polifenoles, combaten el estrés oxidativo y promueven una microbiota saludable. Entre los alimentos recomendados están los frutos rojos, frutas con enzimas como la papaya o piña, hojas verdes como rúcula o espinacas, y alimentos anaranjados como zanahoria, calabaza o boniato. Añade una cucharada de mostaza al brócoli para potenciar el sulforafano, un compuesto con grandes propiedades para la salud.
¿Cómo te hacen sentir los alimentos?
La elección de los alimentos también depende de cómo te sientas y de cómo quieres sentirte. Optar por una nutrición integrativa implica mirar más allá de las calorías y pensar en cómo cada comida puede ayudarte a alcanzar tu mejor versión emocional y físicamente.
¿Por qué será que cuando comemos saludable nos sentimos bien? Ahora tienes la respuesta: los alimentos contienen una gran cantidad de nutrientes que alimentan a nuestras células y bacterias intestinales, y cuando estas funcionan bien, nos sentimos mejor. Es por eso que siempre digo que lo importante no son solo las calorías, sino la calidad de lo que comemos, cómo estructuramos el plato y el timing de las comidas.
Conclusión: la alimentación y el bienestar emocional
Dado que la microbiota intestinal y el eje bidireccional intestino-cerebro juegan un papel clave e influyen en nuestras emociones, cuidar la alimentación es fundamental para mantener un equilibrio entre mente y cuerpo. Con alimentos específicos y estrategias de nutrición integrativa, puedes mejorar tu bienestar emocional y tener la energía necesaria para rendir al máximo cada día.